La vida y sus reveses, a veces puede sorprendernos. Un día estamos, y al día siguiente no. Algo así nos daba a entender el escritor esloveno respecto a la fragilidad de la vida. Un hombre fuerte, dedicado, y con una voz que se ha dado a conocer en todo el planeta. Él cuenta que una de sus fuentes de inspiración era “primero calentar el estómago, y luego enfriarlo”, y algunos otros escritores afirman que así él revelaba el secreto de la longevidad.

El pasado lunes, 30 de mayo, falleció el que fuere el autor de “Necrópolis”. Su libro siempre será considerado uno de los más grandes testimoniales de lo que aconteció durante El Holocausto; si bien todos sabemos que fue un infierno los que lo vivieron, este caballero consiguió  describir con una agudeza singular todos los detalles de los hechos terribles que acaecieron en esa época. Nadie estuvo a salvo; porque hasta los judíos que pudieran ser de utilidad (cerrajeros, por ejemplo) también tuvieron destinos funestos.

Hoy queremos compartir contigo un poco sobre la vida y  obra de Boris Pahor, el célebre escritor que describió lo más cercano a la realidad de lo que se sabe respecto a El Holocausto.

Su inspiración

Fedor Dostoievski fue quien encendió la chispa de la redacción en un joven Pahor. ¿Por qué? Pues, como él mismo decía: “Por los humillados y ofendidos. Siempre me he visto como documentalista de lo que he vivido”. Estas palabras salían de la boca de quien una vez tuviera que arrastrarse por varios campos de concentración, cinco para ser más concretos, hasta ser liberado en el campo de concentración de Buchenwald. Su historia se cuenta con tal crudeza que solo alcanza a compararse con los escritos de Primo Levi.

Su “Necrópolis” fue todo un éxito rotundo. Llegó a contar detalles muy íntimos, no solo de su vida, sino también de los que estaban a su alrededor. Éste, sin duda, fue el momento más terrible y humillante de su vida y con mucha razón. Sabemos de los registros históricos que existen respecto a los incontables crímenes cometidos por el Nacional Socialismo Alemán de Hitler.

Comentaba una vez que estaba sumamente triste, pues la mayoría de sus textos no habían podido ser traducidos sino hasta dos décadas más tarde; todo esto, mientras venían a su mente las memorias de Mussolini haciendo arder en llamas la Casa de la Cultura de Eslovenia (recordemos que Eslovenia en aquel entonces pertenecía a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Como puedes ver, si no lo sabías, Pahor padeció las desgracias del Fascismo italiano también.

Él siempre consideró que no se sabía lo suficiente, a pesar de la inmensa cantidad de registros históricos al respecto, respecto a los acontecimientos del Holocausto. En muchos libros de texto puedes encontrar información, sin duda, pero lo que vas a encontrar son (en su mayoría) lo que encontrarás en otros textos similares: Generalidades.

Boris Pahor se sintió culpable toda su vida, porque a pesar de su gran esfuerzo por contar todo lo que ocurrió (desde su perspectiva) en esa trágica época, solo alcanza a mostrar la parte superior del gran iceberg que forman el montón de hechos terribles por los que tuvo que pasar. A pesar de la gran tristeza existente en su corazón, nunca fue una persona pesimista. En una de sus últimas entrevistas, comentaba que le parecía inaudito que si la humanidad pudo alcanzar la genialidad para poder crear algo tan impactante como el teléfono celular, no fuese posible llegar a una conciliación para terminar de una vez por todas con esas ínfulas de dominación que muchos líderes europeos poseen.

Que en paz descanse éste célebre escritor, quien nos dejó una lumbre inmortal con sus textos para guiarnos a un mejor futuro.

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