Los niños son seres sociales, desde que este nace se relaciona con el medio que lo rodea, utilizando diversos medios para expresarse como: El llanto, balbuceo, risa, gestos, palabras, que lo llevan a comunicarse con la madre, la cual con sus arrullos, cantos y caricias va creando un vínculo especial.
El niño aprende al establecer relaciones porque encuentra elementos de comprensión y vínculos afectivos con el mundo que lo rodea, esta forma natural de aprendizaje tiene un valor importante que lo lleva a relacionarse con el mundo y satisfacer las necesidades de forma placentera, agradable y llena de afecto.
Es necesario que los padres cerrajeros conozcan que todo inicia cuando el niño nace, pero al llegar al colegio todo cambia, el niño debe enfrentarse a situaciones o actividades que son ejercicios mecánicos, extensas planas o lecturas impuestas.
El interactuar con pequeños en edad preescolar ha demostrado que los aprendizajes no pueden ser ajenos o aislados de la realidad del niño, debe satisfacer sus necesidades, inquietudes e intereses para que tenga sentido y significado para el.
Muchos docentes pretenden parten de escuchar a los niños, conocer sus intereses, necesidades, sentimientos e inquietudes, iniciamos despertando la conciencia del lenguaje, mediante ejercicios que les permite relacionarse, asociarse y establecer diferencias y semejanzas.
Los aprendizajes están inmersos en la cotidianidad de los niños, esto es lo que hace que tengan sentido y significado para ellos. El punto de partida son los nombres de los niños, es necesario que este se familiarice con su nombre y el de sus compañeros, conozca los sonidos de las letras del alfabeto.
Crear conciencia
Para ello, es necesario crear rutinas diarias, donde se involucra carteles con la fecha, nombres de los niños, canciones, poemas, entre otros, estos ayudan a los niños a visualizar palabras y crear juegos entre ellos encontrar palabras cortas y largas, con sonidos iguales que rimen.
El cuento es fundamental en este proceso, la lectura diaria, leer en voz alta, se desarrolla la capacidad de atención y el vocabulario, el niño debe expresar emociones, esperanzas, temores, descubrimientos, pensamientos y secretos.
También los cuentos ayudan a orientar conductas y afianzar valores, para narrarlos se utilizan diversas estrategias, de forma que los niños participen activamente creando y haciendo aportes.
Cuando los niños llegan al colegio deben saber leer y escribir, estos lo hacen a su manera, todo el tiempo estamos leyendo y escribiendo de nosotros mismos y del medio.
Es necesario respetar las etapas de escritura de cada niño, ya que estos crean sus propias hipótesis y encuentran significado a lo que escriben, comienzan usando seudo letras, la relacionan con el código alfabético.
Los niños no elaboran planas, mediante cuentos realizan ejercicios que desarrollan las habilidades motrices y los prepara para adquirir dominio de los movimientos finos, para poder escribir con destreza, en forma de trabajo esto les gusta y los motiva.
Es importante resaltar que la motivación juega un papel importante, las tareas tienen sentido diferente sirven para ser responsables, compartir en familia, de esta forma los compañeros y la profesora se enriquecen.
El aprendizaje de la escritura y lectura es dinámico, la creatividad, los ejercicios estimulan el desarrollo del pensamiento divergente, para que los niños puedan buscar alternativas ante una situación dada.
De esta forma ellos pueden crecer siendo autónomos, seguros de si mismos, capaces de tomar decisiones, educándolos para la vida y no para el momento.